Nota de Paso-a-Paso: En este artículo, SchwabLearning.org (ahora Greatschools.org) formula una pregunta y el Dr. Robert Brooks responde. Brooks es un prestigioso psicólogo, autor y conferencista sobre temas de resiliencia, motivación, clima escolar y relaciones familiares. Es profesor en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard y sirvió como Director del Departamento de Psicología en McLean Hospital, un hospital psiquiátrico privado. Es autor de numerosos artículos y capítulos de texto. Asimismo, es el autor del libro The Self-Esteem Teacher y co-autor de los libros A Pediatric Approach to Learning Disorders y Raising Resilient Children.
Este artículo fue escrito en inglés originalmente y apareció en SchwabLearning.org, organización que no se responsabiliza por esta traducción.
© 2001 Charles and Helen Schwab Foundation Creado el: 12/14/2001
Traducción: Angela Couret / Versión en inglés actualmente aquí
Consulta: ¿Qué pueden hacer los maestros para promover la motivación, autoestima y resiliencia en los alumnos con dificultades de aprendizaje?
Dr. Robert Brooks: La respuesta a esta interrogante incluye muchas de las mismas estrategias que he descrito para que los padres apuntalen la autoestima, el optimismo y la resiliencia en sus hijos (ver artículo en inglés). Las investigaciones sobre la resiliencia destacan la influencia significativa que incluso un solo adulto puede tener ayudando a los niños con problemas de aprendizaje y de atención a convertirse en personas más optimistas y exitosas. El fallecido Julius Segal se refirió a esa persona como un “adulto carismático,” señalando que este adulto era la persona con quien los niños “se identifican y de quien derivan fortaleza.” Segal añade que “En un sorprendente número de casos, esa persona resulta ser un maestro.” No tan sorprendente ya que los maestros y la escuela juegan un papel importante determinando la autoestima y la dignidad del niño.
Maestros positivos y carismáticos
¿Cómo pueden los maestros desempeñarse como adultos carismáticos? Ciertamente deberán aplicar intervenciones específicas para apuntalar la autoestima y la resiliencia de sus alumnos. Sin embargo, para que las estrategias sean efectivas, los maestros deberán tener una vision positiva (…) sobre ellos mismos y sobre sus alumnos. Algunos de los postulados más importantes de esta forma de pensar:
- Todo alumno quiere aprender y tener éxito en la escuela. Si no lo está logrando, debemos esforzarnos por comprender la naturaleza de sus dificultades de aprendizaje.
- Si los alumnos demuestran conductas contraproducentes, tales como darse por vencidos, o no intentarlo, o asumir el rol de payaso o bully en el salon, debemos comprender que estas estrategias de afrontamiento poco efectivas frecuentemente encubren sentimientos de vulnerabilidad, baja autoestima o desesperanza. En lugar de imponer consecuencias punitivas, debemos preguntarnos cómo minimizar la desesperanza que estos jóvenes experimentan a diario.
- Para disminuir estas conductas, deberemos buscar la forma de enseñarles de la manera en que aprendan mejor. Como educadores, esto implica cambiar la forma en que abordamos la situación y modificar nuestro estilo de enseñanza para que los alumnos con dificultades de aprendizaje puedan a su vez adoptar un enfoque más positivo. Debemos sentirnos cómodos haciendo las adecuaciones necesarias.
- Cada niño o adolescente tiene “islas de competencia,” o áreas de fortaleza, que debemos identificar, reforzar y celebrar. Un modelo basado en fortalezas no deniega los problemas del niño, pero reconoce la importancia de utilizar sus fortalezas como un componente importante de cualquier programa de intervención.
- Debemos invitar a los alumnos a involucrarse activamente en el proceso de su propia educación.
Cultivando el autoestima y la resiliencia en la escuela
Si los maestros aceptan los postulados de esta visión, les será más fácil apoyarse en la teoría de la atribución para apuntalar la autoestima de sus alumnos. Esta teoría nos sugiere encontrar la forma en que los jóvenes con dificultades del aprendizaje asuman mayor control y responsabilidad sobre sus éxitos y perciban sus errores como experiencias de aprendizaje en lugar de irremediables derrotas.
Siguen varias estrategias, con ejemplos de aplicación. Cada maestro deberá adaptarlas según las necesidades particulares de sus alumnos.
La desmitificación de los problemas
Un primer paso para ayudar a los niños con dificultades del aprendizaje es que los maestros y los padres reconozcan la naturaleza de sus problemas, los ayuden a comprender sus fortalezas y debilidades y se hagan las adaptaciones apropiadas en los programas escolares.
Cuando realizo evaluaciones psicológicas/educativas, me esfuerzo por ganarme a los muchachos, al igual que a sus padres y a sus maestros, para convertirlos en “socios” activos en la evaluación. Suelo preguntarle a los jóvenes cuáles creen que son sus fortalezas y debilidades de aprendizaje. Frecuentemente me impresiona mucho su capacidad para articular su perfil de aprendizaje. Suelo describir la evaluación como un intento por comprender mejor sus fortalezas y debilidades y así descubrir juntos su mejor forma de aprender.
Cuando termino la evaluación, me siento con el muchacho para revisar mis hallazgos, haciendo énfasis tanto en sus islas de competencia como en sus debilidades, abordando las acciones sugeridas para fortalecer sus áreas de dificultad. Usualmente, redacto un informe especial para cada niño, agradeciendole por trabajar conmigo y detallando, en un lenguaje que pueda entender, las principales conclusiones de la evaluación y las intervenciones que creo podrían ayudarle. Debo destacar que las intervenciones resultan de las conversaciones que tengo con sus padres y maestros.
A través de sus escritos y conferencias, mi buen amigo Dr. Mel Levine ha demostrado hábilmente la importancia de demitificarles a los niños sus fortalezas y dificultades. En la medida en que logren articular mejor su estilo de aprendizaje, estarán mejor equipados para autorepresentarse y obtener los apoyos necesarios para tener éxito en el contexto escolar.
Adecuaciones para maximizar el éxito
Si todos los niños aprenden de manera diferente, entonces tiene un sentido inherente que les enseñemos en la forma en que aprendan mejor. Los tipos de adecuaciones que suelo recomendar no implican modificaciones significativas en el programa del alumno, tampoco requieren que el maestro tenga un plan educativo diferente para cada alumno en su salón. Lo que se requiere es que todos los involucrados – alumnos, maestros, padres – comprendan las fortalezas y las debilidades del niño, concuerden en las expectativas y las metas, y reconozcan lo que debe hacerse para alcanzarlas.
Algunos maestros preguntan si es “justo” hacer adecuaciones para un alumno, especialmente si los demás se sienten ofendidos. Si bien comprendo esta preocupación, creo que debido a que todos los niños son diferentes y aprenden de forma diferente, lo menos justo sería tratarlos a todos por igual. Sin embargo, el tema de lo que es justo debe ser abordado abiertamente para evitar que los otros alumnos empiecen a resentir a aquellos que tienen adecuaciones. Por este motivo, estoy a favor de que las escuelas utilicen los primeros días del nuevo año escolar (aunque nunca es demasiado tarde) como un tiempo de “orientación¨. En ese tiempo, los maestros no deberían enfocarse en el contenido académico sino aprovecharlo para generar un clima positivo en su salón, beneficioso para todos los alumnos.
Por ejemplo, para reducir la probabilidad de que los niños sientan que un maestro no es justo porque algunos hacen más tarea que otros, el primer día de clases, el maestro podría comentar que cada alumno es diferente, que algunos leen más rápido, otros resuelven los problemas de matemática mejor, otros son mejores atletas. Seguidamente, el maestro podría decir que dado a que existen estas diferencias, habrán diferentes metas y expectativas en relación con la cantidad y el tipo de trabajo que cada alumno deberá hacer. El maestro podría añadir, “Una de mis preocupaciones es que comiencen a sentir que no estoy siendo justo y esos sentimientos pueden interferir con su aprendizaje. Entonces, si en algún momento sienten que no estoy siendo justo, por favor díganmelo y lo conversarmos.”
Los comentarios que he recibido indican que cuando el maestro introduce el tema de “equidad” antes de que se convierta en un problema, tiende a mantenerse como algo no problemático y permite al maestro adecuarse a las necesidades de cada alumno sin que surjan sentimientos negativos. Evidentemente los maestros deberán compartir este mensaje de equidad y justicia con los padres, posiblemente a través de un breve texto que se mande a casa, compartiendo la filosofía del salon.
Como ya indicamos, las modificaciones que suelo recomendar no requieren grandes cambios. Recientemente al revisar mis recomendaciones un maestro comentó “Son todas muy razonables.” Sigue una pequeña selección de estas adecuaciones:
- Dar pruebas sin límite de tiempo. He conocido alumnos con dificultades del aprendizaje cuyas notas subieron significativamente al tomar pruebas sin límite de tiempo, aun cuando se permitieron apenas unos minutos adicionales. Al eliminar la presión de tiempo, se redujo su ansiedad.
- Definir un tiempo máximo para hacer la tarea en casa. Si la mayoría de los alumnos del salón puede hacer seis problemas de matemática en 15 minutos, entonces el maestro podría establecer ese lapso como tiempo máximo para hacer la tarea. Si algunos muchachos solo logran hacer tres problemas en ese tiempo, el maestro debería aceptar los tres problemas como tarea. Pedirle a los alumnos con problemas de aprendizaje y de atención dedicar un tiempo excesivo a sus tareas no solo es contraproducente en términos del aprendizaje, sino que también aumentará la tensión en casa.
- Asegurarse de que el alumno comprenda la tarea. Muchos alumnos con problemas de aprendizaje tienen dificultad copiando del pizarrón. Darle al niño un “plan de estudios” mensual podría ser muy efectivo. Algunos maestros asignan un “compañero tutor” que se asegura de que el niño comprenda bien la tarea que se manda a la casa.
- Permitir el uso de la computadora para hacer la tarea. Muchos alumnos que tienen dificultad transmitiendo sus ideas sobre papel, lo hacen mucho mejor con la computadora. Sin embargo, conozco a maestros que aún sienten que los “alumnos tienen que aprender a escribir.” Y con esto quieren decir, escribir con lapiz y papel. Pienso que si un alumno tiene dificultad escribiendo con pluma o lápiz pero tiene mayor facilidad expresándose con una computadora, debería permitírsele utilizarla
Enseñar la toma de decisiones y la resolución de problemas
- Siempre hago énfasis en que un rasgo esencial para una autoestima y una resiliencia elevadas es creer que tenemos control sobre muchas áreas de nuestra vida y poder identificarlas. Ese sentimiento de control es fundamental para la motivación. Si queremos que nuestros hijos lo desarrollen, es esencial que desde temprana edad les brindemos oportunidades para aprender y aplicar las habilidades de resolución de problemas y toma de decisiones.
- Cuando asesoro en las escuelas y tengo la oportunidad de entrevistar a los alumnos, frecuentemente les pregunto: “¿Qué elecciones o decisiones has tomado en la escuela durante este último mes?” Las elecciones y decisiones deben estar presentes si queremos ayudar a los alumnos con dificultades del aprendizaje a apropiarse de su situación y eventualmente autorepresentarse.
- Los maestros pueden brindar oportunidades de elección en muchas formas. Siguen algunos ejemplos:
- Los maestros de una escuela mandaron varios problemas de tarea pero le dijeron a los alumnos, “Tienen una elección. Lean los seis problemas y hagan los cuatro que piensen les ayudarán a aprender mejor.” Al ofrecerles a los alumnos elegir “hacer menos”, en realidad hicieron más que en el pasado, especialmente porque sintieron que se apropiaban de su decision.
- Cuando los alumnos tienen dificutlades para aprender, es ventajoso consultarles sobre lo que en su opinión podría ayudarles para aprender y poner en práctica algunas de esas sugerencias. Como la Dra. Myrna Shure ha descubierto utilizando su programa “I can Can Problem-Solve”, incluso los niños pequeños son capaces de pensar en varias formas para aprender mejor.
Pedirle a los niños que contribuyan
La autoestima y la resiliencia florecen cuando los niños tienen la oportunidad de contribuir en su mundo y en el bienestar de los demás, En mi investigación he encontrado que cuando preguntamos a los adultos, “¿Cuál es uno de tus recuerdos más positivos de cuando eras estudiante, un recuerdo que involucre algo que dijo o hizo un adulto y que aumentó tu autoestima y tu motivación?” La respuesta más frecuente tiene que ver con una situación en que le pidieron su ayuda.
Por esta razón, cuando asesoro a los maestros, les pido hacer una lista de sus alumnos y lo que cada uno de ellos contribuye en el contexto escolar. He descubierto que cuando los alumnos sienten que están haciendo una diferencia positiva en su escuela, se sienten más motivados a hacerlo bien y más dispuestos a tomar ciertos riesgos en su aprendizaje. Estas acciones solidarias pueden vincularse fácilmente con tareas académicas. No debe haber un solo alumno en la escuela que no sienta que está contribuyendo a mejorar su colegio. Siguen algunos ejemplos.
- Pedirle a los alumnus con problemas de aprendizaje leerle a los niños más pequeños.
- Un maestro que conocí reclutó a adolescentes con problemas de aprendizaje para organizar una venta de galletas y una rifa donde los beneficios se destinarían a una familia necesitada en la comunidad. Este maestro comentó que la autoestima de los alumnos mejoró notablemente, a la vez que aplicaron muchas habilidades académicas en el proyecto caritativo.
- Los alumnos pueden asumir el cuidado de las plantas en la escuela, o pintar un mural, o decorar un espacio con sus dibujos favoritos.
- Algunas escuelas utilizan grupos cooperativos de aprendizaje para que los alumnos tengan la experiencia de trabajar juntos y ayudarse mutuamente. Para algunos muchachos con problemas de aprendizaje, es la primera vez que se dan cuenta que tienen algo que contribuir en la escuela.
No hay problema con equivocarse
Todos los alumnos se preocupan por equivocarse y hacer el ridículo. Sin embargo, los niños con dificultades del aprendizaje usualmente experimentan más situaciones de fracaso que sus compañeros sin este tipo de problema. Por lo tanto, son aún más vulnerables y temerosos de fracasar. Se sienten particualmrente “expuestos” en la escuela ya que es el lugar donde sus problemas de aprendizaje se hacen muy evidentes. Si queremos evitar que los alumnos pierdan la esperanza y se den por vencidos, debemos ayudarlos a tener una actitud positiva en relación con los errores.
Una de las formas más efectivas de trabajar el temor a equivocarnos y fracasar es conversar sobre ésto directamente con los alumnos, incluso antes de que se produzca alguna equivocación. Eso es mejor hacerlo durante el periodo de “orientación” referido anteriormente. Una de mis técnicas favoritas es que iniciando el año escolar los maestros pregunten “¿Quién siente que va a equivocarse o no comprenderán algo en clase este año?” Antes de que alguno de los alumnos responda, el propio maestro puede levantar su mano y comentar ocasiones en que como estudiante se preocupó por equivocarse y cómo esto interfirió con su aprendizaje. Seguidamente pueden comentar las acciones que juntos pueden tomar – tanto el maestro como los estudiantes - para minimizar el temor al fracaso y hacer el ridículo. Se pueden establecer normas sobre cómo pedirle a un alumno que participe en el aula o cómo responder cuando alguien no se sabe la respuesta.
Reconocer abiertamente el temor al fracaso lo vuelve menos formidable y destructivo. Darle continuidad a esta conversación abordando el tema de cómo todos aprendemos de manera diferente y tenemos diferentes fortaleza) y debilidades permitirá establecer la base para instaurar un clima de respeto y comprensión en el salón. Este tipo de ambiente favorece la autoestima, la motivación y la resiliencia de los alumnos con problemas de aprendizaje, haciéndoles sentir respetados.
Comentarios de cierre
Uno de los legados más preciados que podemos darles a los niños y adolescents con problemas de aprendizaje es desarrollar su dignidad y resiliencia, convirtiéndonos en adultos carismáticos en sus vidas.
Bibliografía recomendada:
Educational Care
By Dr. Mel Levine
All Kinds of Minds
By Mel Levine
Keeping a Head in School
By Mel Levine
Raising Resilient Children
By Robert Brooks and Sam Goldstein
Raising a Thinking Preteen
By Myrna B. Shure
Raising a Thinking Child
By Myrna B. Shure
Jarvis Clutch — Social Spy
By Mel Levine, M.D.