Si consideramos que nuestro actual Sistema Educativo tiene un carácter comprensivo e integrador, la institución en todo su conjunto y en sus distintos niveles deberá crear unas condiciones que de forma diferencial atiendan y estén orientadas a resolver y/o paliar las posibles dificultades que directa/indirectamente derivan de esta deficiencia sensorial.
Para llevar a efecto dicha reflexión, nuestro trabajo está estructurado en dos grandes bloques que van desde la propuesta de directrices generales de trato, a pautas específicas y concretas que abordan en su conjunto procesos de facilitación del proceso de enseñanza aprendizaje de toda la comunidad educativa.
1. PAUTAS BÁSICAS PARA EL TRATO
- Cuando vaya a comunicarse con una persona sorda o hipoacúsica (con restos auditivos, oye un poco) hay que hablarle de frente, despacio y articulando bien las palabras, pero sin exageración. Buscando la mejor iluminación posible, hay que procurar que la cara del que habla esté a plena luz, para favorecer la comunicación.
- Piense que no todos los sordos dominan la lectura labial, ni todos usan la lengua de señas. Hay que procurar, pues, averiguar qué sistema de comunicación usan para dirigirse a ellos. En último extremo, se usa la escritura.
- La lectura labial tiene muchas limitaciones que dificultan la interacción con las personas con discapacidad auditiva, como una mala o deficiente iluminación, existencia de elementos de distracción, distancia insuficiente, mala vocalización, concurrencia de deficiencias visuales en el sordo, etc. Por ello, es muy importante vocalizar claramente y a un ritmo moderado - sin exageración y sin gritar - y no hablar rápido, para una correcta lectura labial.
- Hay que mantener la zona de la boca libre de "obstáculos": bolígrafo, mano, chicle, caramelo, cigarrillo, etc., que dificultan la vocalización y la lectura labial. Es conveniente construir frases breves y concisas.
- Hay que mantener la tranquilidad, sin gritar (un sordo no oirá más por eso), y escogiendo las palabras más adecuadas y comprensibles para comunicarse. Es válida la ayuda de gestos, señas sencillas (si se conocen) o de la escritura.
- Para llamar su atención es suficiente con un par de golpes suaves en el brazo o el hombro. Si está lejos y en una habitación, se puede apagar y encender las luces intermitente; también se puede golpear suavemente el suelo o una mesa (pueden sentir las vibraciones).
- Cuando no se entienda bien algo que ha dicho una persona hipoacúsica o sorda, pídale que lo repita; no le diga que le ha entendido si no ha sido así.
- Si detecta que la persona tarda en comprender la información que se le está dando, hay que repetírselo, o utilizar sinónimos, darle tiempo, procurar respetar su ritmo.
- Si la persona sorda se acompaña de un intérprete de Lengua de Signos, hay que dirigirse a la persona sorda y no al intérprete.
- Hablar con naturalidad: sin preocuparse por decir "oiga" cuando hable con personas con esta discapacidad. Ellos comprenden que es una manera de decir las cosas.
- Para una persona sorda o hipoacúsica seguir una conversación de oyentes representa un gran esfuerzo, por ello es importante utilizar frases cortas, correctas y sencillas. Si es necesario, hay que buscar otra palabra o darle otra forma a la frase para mejorar la comprensión y la comunicación.
2. PAUTAS ESPECíFICAS
2.1 Aspectos físicos del centro
Para aquellos alumnos que lleven una prótesis auditiva (audífonos) sería adecuado disponer de equipos de campo magnético en las principales dependencias del centro para mejorar su recepción de sonidos. Del mismo modo, se procurará que las aulas que utilicen tengan una buena condición acústica.
También se debe proporcionar el acceso al servicio telefónico a través de los teléfonos adaptados y teléfonos de texto para personas sordas.
2.2 Aspectos relacionados con el aula
A. Materiales
- Facilitar por escrito los apuntes con antelación, para que el alumno/a pueda seguir la materia sin perder información.
- Si el alumno/a cuenta con un Equipo de Frecuencia Modulada, permitir su uso en el aula (el profesor se coloca un micrófono que transmite su voz a un receptor que tiene el alumno/a).
- Cuando se proyectan videos, DVD, intentar que estén subtitulados o, en su caso, facilitarle un guión con las cuestiones más importantes del mismo o permitir que el alumno se sitúe cerca para que pueda realizar una lectura labial más precisa.
- Instalación de sistemas de emergencia luminosos.
B. Organización.
- Aconsejar al alumno hipoacúsico que se coloque en las primeras filas.
- Asegurar una correcta iluminación e insonorización del aula, para el máximo aprovechamiento de los restos auditivos.
- Uso de apoyos visuales en las explicaciones orales: láminas, gráficos, transparencias, etc.
- Facilitar, en los casos que sea necesario, la estancia en el aula de un Intérprete en Lengua de Signos.
- Organizar las clases siempre que sea posible en forma de "U", para que el alumno/a pueda ver las intervenciones de sus compañeros/as.
- Permitir la figura de un "tomador de apuntes" en los casos que sea necesario, o promover la colaboración de sus compañeros para facilitarle los apuntes de clase.
2.3 Aspectos relacionados con el profesorado
A. En la metodología.
A la hora de planificar la enseñanza, se deberán tener en cuenta aquellas situaciones de aprendizaje más favorables y menos conflictivas para estos alumnos, como son el trabajo en pequeño grupo, potenciar otras vías de acceso a los objetivos y contenidos de la asignatura o aumentar la acción tutorial con los alumnos. Destacan las siguientes pautas:
En las explicaciones
- Situarnos frente a ella y a una distancia no superior a cuatro metros para que pueda observar bien el movimiento de nuestros labios.
- Evitar hablar mientras estamos escribiendo en la pizarra, de espaldas al alumno/a.
- Proporcionarle la información de forma sucesiva: primero de forma oral y luego visual, ya que si el profesor habla al mismo tiempo que señala la pizarra, por ejemplo, el alumno/a sordo tiene que elegir a cuál de los dos estímulos atender.
- Hablarle a un ritmo normal, articulando correctamente los sonidos y sin exagerar los movimientos.
- Comprobar que va siguiendo la exposición de la informa-ción, dándole la oportunidad de preguntar cuando no entienda.
- En situaciones de incomprensión en la comunicación, se debe promover la confianza para pedir que se repita el mensaje, volver a explicar la misma idea más despacio y con distintas palabras o, en caso de no comprender el mensaje, podemos comunicárselo por escrito.
- Si la persona sorda se comunica en lengua de signos y hay un intérprete en el aula, podemos consensuar con él/ella el ritmo de la emisión y adelantarle vocabulario o temario específico para que prevea su traducción en Lengua de Signos.
En las tutorías
- Informar del horario de tutorías y las acciones que pueden realizarse, como es la orientación en el aprendizaje de la asignatura.
- Favorecer un contacto tutorial más extenso para el seguimiento de estos alumnos/as.
- Dejar espacio para que sea él mismo quien tome la iniciativa de acudir a tutorías cuando necesiten resolver dudas y ampliar contenidos.
- Un buen recurso puede ser utilizar el correo electrónico para intercambiar dudas, información u otras cuestiones relacionadas con la materia.
B. En la evaluación
En los exámenes
- Proporcionar información previa sobre el contenido, forma y tiempo del examen y sobre los criterios de evaluación de la asignatura.
- Siempre que sea posible debe realizar el mismo tipo de examen que sus compañeros, proporcionándole las instrucciones o normas por escrito de forma sencilla para que sean perfectamente comprendidas por el alumno.
- Cualquier comentario que se haga oralmente en los exámenes escritos (dudas, tiempo para el final del examen, errores en las preguntas…) debe comunicarse explícitamente al alumno/a con discapacidad auditiva.
- Redactar el examen con frases sencillas y evitando pronombres, para garantizar la comprensión del mismo.
- Para resolver sus dudas durante el examen explicaremos el contenido con otras palabras, vocalizando claramente y asegurándonos que nos ha entendido, o bien reescribiremos la pregunta en ese momento, con una estructura lingüística más sencilla.
- Para garantizar la comprensión de los enunciados, permitir el uso de un diccionario de sinónimos y antónimos durante el examen.
- Si el alumno/a lo solicita, permitir la estancia de un intérprete de Lengua de Signos durante la realización del examen para traducir todo aquello que sea necesario.
- Tener en cuenta que el alumno/a con discapacidad auditiva puede obtener mejor rendimiento en pruebas de carácter objetivo (tipo test), porque en las pruebas a desarrollar la expresión escrita influye en el resultado.
- En caso de realizar un examen oral y si lo necesita, se facilitará la asistencia de un intérprete de Lengua de Signos.
- En los casos que sea necesario, sobre todo en pruebas a desarrollar, incrementar el tiempo inicial de la prueba (aproximadamente un 25%).
- En los exámenes orales, asegurarnos de que este alumno/a tenga una correcta visualización del examinador para posibilitar la lectura labial.
- En los exámenes orales, permitir el uso de ayudas técnicas como los amplificadores de sonido o equipo de FM.
En los trabajos
Trabajos individuales: Asegurarnos que realmente conoce la conveniencia u obligación de leer ciertos textos y las herramientas multimedia disponibles en la Universidad para acceder ellos.
Trabajos grupales: En general, los alumnos con discapacidad auditiva pueden participar de la misma forma que sus compañeros en la realización de trabajos y exposición de los mismos (con las adaptaciones pertinentes, como es el caso de un intérprete en lengua de signos).
Cuando participe en actividades de grupo, sus compañeros deben tener en cuenta las mismas adaptaciones de comunicación que las mencionadas tanto en el apartado de pautas generales como en las que se han detallado para las explicaciones del profesor.
Puede necesitar una adaptación en los trabajos de campo que impliquen comunicación con terceras personas.
A modo de síntesis de todo lo expuesto, podemos afirmar que si bien es cierto que en los últimos años los avances técnico-científicos han sido de gran apoyo en el proceso de integración de alumnos con deficiencias sensoriales, estos dejarían de tener la operatividad que tienen si en la medida de lo posible no garantizamos las correspondientes adaptaciones en nuestro "estilo docente" y en la forma y el contenido desde el cual nos acercamos a los alumnos, tengan o no deficiencias auditivas.
Autora: Ma. Asunción Gómez Campillejo.
Doctora en pedagogía. Logopeda. Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la Universidad Complutense de Madrid.
Fuente: Revista Polibea, No. 79, Año 2006
Publicado en Paso-a-Paso, Vol. 19.1
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Fortich, Ll. (1987): Deficiencia auditiva: un acercamiento multidisciplinar. Promolibro; Valencia.